martes, 1 de abril de 2008

Más a la izquierda

No se si sentirme afortunado o desgraciado. Pertenezco a una minoría que ha tenido que adaptarse a una sociedad poco tolerante y a la que poco le hemos importado. Sobretodo durante la larga dictadura franquista que afortunadamente no he sufrido, donde éramos mal vistos y se nos obligaba a corregir lo que para ellos era un defecto. Efectivamente, pertenezco al grupo de los zurdos, los que tenemos tendencia natural a servirnos preferentemente de la mano y del lado izquierdo del cuerpo.

Decía que no sabía como sentirme, porque aparte de tener que soportar frustrado centenares de incomodidades en el día a día –directamente nos levantamos con el pie izquierdo­–, he de reconocer que para ciertas cosas vivir a zurda y siniestra tiene sus ventajas. Pero si esa balanza fuera un lienzo, predominarían muchísimo más los tonos oscuros, no cabe duda. Si esto que esta escrito, en vez de mecanografiarlo, lo hubiese hecho con mi puño y letra, utilizando un bolígrafo de tinta-gel, probablemente me habría manchado la mano, puesto que los zurdos arrastramos las palabras con el canto al seguir la dirección impuesta en la escritura occidental. Este es el ejemplo más evidente y claro, contra el que lucho yo cada vez que tomo apuntes o dibujo algo en la agenda. Por lo tanto, no cabe mencionar que la pluma es uno de nuestros archienemigos. Pero la traba no es solamente la escritura. Si nos fijamos, cualquier movimiento humano esta condicionado para la comodidad de los diestros: desde la manilla de una puerta, hasta la dirección de una cremallera. Seguramente, otras tres personas de clase entenderán a la perfección de lo que estoy hablando.

La cosa es que hay un dicho que dice: “todo lo que no te mate, te hará más fuerte”. Y esto ocurre en nuestro caso. Nos hemos adaptado a un mundo de diestros, pero sin perder la esencia. Esto es un arma invisible que nos hace ser invulnerables y a la vez, eficaces en ataque, dado que no se puede defender algo que no se conoce. Por esto mismo tienen más tirón, en cualquier deporte, aquellos que como yo utilicen preferentemente la siniestra. Además, se me olvida mencionar que en los juegos por equipos la banda izquierda esta ocupada por gente que maneje de nacimiento esa pierna o brazo. La conclusión es que tenemos más posibilidades de triunfo, porque somos menos. Y eso sin haber mencionado nada sobre los estudios científicos que revelan que a parte de vivir menos y tener tendencia esquizofrénica, somos más inteligentes y ágiles mentalmente. Estoy seguro que la niña de Rajoy hubiese nacido zurda, no me cabe la menor duda.

Mi intención con este post no es otra que dar a conocer las dificultades que hemos pasado y pasamos –aunque las nuevas tecnologías echen una manita– y revindicar un respeto. No pretendo que se nos trate como privilegiados, sino como iguales. Somos un grupo que cada vez tiene más miembros y no sé cuantos tendremos que ser para que se nos deje de mirar con rareza – ¡hostias, un zurdo! –, teniendo en cuenta que personajes tan carismáticos de la historia como Ramses II, Aristóteles, Alejandro Magno, Julio Cesar, Juana de Arco, Napoleón, Luis XVI, Beethoven, Mozart, Winston Churchill, Adolf Hitler, Picasso, Bob Dylan, Gandhi, Chaplin, Marilyn Monroe y Jimmy Hendrix lo han sido. Aunque la realidad es que ellos pertenecen a una pequeña selección de afortunados que llegaron a lo más alto, puesto que los demás zurdos anónimos de la historia fueron perseguidos, quemados, denominados herejes, brujos, enfermos e impuros y lingüísticamente ultrajados con refranes y dichos despectivos. La Biblia contiene 100 referencias favorables sobre la derecha y 25 desfavorables sobre la izquierda, como por ejemplo que el diablo es zurdo y que a su izquierda siempre volaban arcángeles malvados –y con mala saña también. No se si sabréis que el anillo de casado se lleva en la mano izquierda para espantar a los espíritus que pretendan deshacer el matrimonio. En fin, creo que ya es hora de abandonar en una cuneta esas afirmaciones faltas de sentido y razón para dar un paso generalizado hacia la izquierda.

Nota: Entre los zurdos afamados de la actualidad se encuentran, entre otros, Vladimir Putin, Bill Clinton, Osama Bin Laden, Bill Gates, Hugo Chávez, Fidel Castro, Angelina Jolie, Julia Roberts y Diego Armando Maradona.

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